Tenía claro que mi desarrollo profesional debería centrarse en la hostelería. Y no solamente por una simple cuestión de tradición familiar, sino también por la pasión que me genera abanderar proyectos novedosos.
Al margen de mi formación académica, tuve la mejor escuela en casa con mi abuelo y mi padre; ambos fueron los artífices del restaurante El Mesón, una indiscutible referencia de la gastronomía en Salamanca.
Mi primera aventura en solitario comenzó hace siete años, cuando puse en marcha el Plaza 23, un espacio privilegiado en plena Plaza Mayor de la ciudad que suponía culminar el viaje que inicié, juntos a otros socios y también en la plaza, con
el bar El Reloj de la Plaza. Siempre me he caracterizado por buscar elementos diferenciadores, que rompieran con el clasicismo habitual de la hostelería en este espacio tan sensible de Salamanca, por donde pasan a diario miles de personas de diferente condición. Ese local se transformó posteriormente en lo que hoy se denomina como ‘Las Tapas de Gonzalo’, que sigue la esencia del Plaza 23 pero avanza hacia otra cultura gastronómica de calidad y asequible.
Tanto Plaza 23 como Las Tapas de Gonzalo supusieron una ruptura con respecto al anterior concepto hostelero que había en ese mismo local y con el que no me sentía identificado. Por eso, aposté por una multinacional de decoración para la transformación del espacio y conseguimos el primer impacto visual: no dejó indiferente a nadie.
Plaza 23 abrió sus puertas en abril de 2008 con un planteamiento claro basado en la excelencia del producto y en una cocina de temporada y de autor.
Mantuvimos este concepto casi cinco años, hasta llegar a un punto de reflexión y análisis que nos llevó a plantear una renovación casi integral del negocio. De esta forma, modificamos la estructura de nuestra cocina, ampliándola, para poder atender la demanda y mejorar los tiempos de cocina para ofrecer mejores prestaciones clientes.
Considero a Las Tapas de Gonzalo como un negocio multifuncional, ya que su horario ocupa 16 de las 24 horas del día. Posee una amplia oferta de desayunos por la mañana, pinchos y tapas al momento que hacen de nuestra barra y terraza el lugar ideal para degustar cualquiera de las propuestas que ofrecemos en la carta.
Nuestras tapas ya han recibi do reconocimiento dentro como fuera de Salamanca, con especial mención para las manitas de
cerdo que resultaron ganadoras en el Concurso Provincial y posteriormente fueron consideradas Pincho Popular en el prestigioso Campeonato Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid.
Nuestras patatas bravas, según el último ranking, están consideradas entre las diez mejores de España.
Los clientes nos marcan el camino a seguir y nos guían con sus recomendaciones para consolidar el proyecto de Las Tapas de Gonzalo y convertir el restaurante en un espacio ideal para cualquier tipo de celebración.
Es un lujo trabajar con un equipo de cocina capitaneado por Marcos del Valle, al que acompañan cocineros for-
mados en las escuelas de hostelería de Salamanca.